El terreno se encuentra ubicado al Noreste en las
afueras de la Ciudad de Mérida, Yucatán, en una privada residencial. El programa arquitectónico consistió en una caseta de control de entrada
y salida vehicular y peatonal.
La intención del diseño fue distinta a lo tradicional, donde normalmente
se enmarcan las casetas, lo que se buscó en este caso fue dejar la caseta casi
imperceptible a la vista.
El proyecto se desarrolló en 200.94m² de
construcción, donde se hallan una entrada y salida vehicular, un cuarto de
vigilancia, un baño y una oficina administrativa.
Se propone un volumen monolítico que se substrae generando la entrada y
salida del usuario y se descompone con unas grietas que generan un efecto de
luz y sombra enmarcando unos túneles de paso.
Se utilizó un método constructivo de bajo costo, de muros de carga con
vigueta corta, no se utilizaron trabes ni estructuras pesadas que encarecen
muchas veces los accesos; en los acabados tampoco se emplearon ornamentos o
materiales que encarecen la obra, se empleó cemento blanco pigmentado de bajo
mantenimiento y costo.