Se
desarrolla una activación/remodelación dentro de una nave industrial adherida a
un corporativo preexistente en un espacio de 1,611.12 M2, en la ciudad de
Mérida, Yucatán, México.
La
intención de la intervención fue generar diferentes ambientes de trabajo,
teniendo como prioridad mejorar la percepción espacial del usuario, dentro de
un ambiente de trabajo cerrado.
La
estrategia se basó en la incorporación de vegetación, iluminación y materiales
naturales, en puntos estratégicos, funcionando como remates y acompañantes en
la permanencia y tránsito del espacio.
El orden
espacial se compuso a partir de 4 franjas longitudinales al terreno. La más
próxima a la preexistencia, se propuso como un bloque de servicios y
vinculación, seguido por la primera franja de trabajo público/abierto, dividido
de la segunda, a través de la franja de trabajo privado/cerrado, compuesto por
4 volúmenes de cristal, fragmentados para generar permeabilidad entre todos los
espacios.
El
programa se ordena en 4 franjas, cuya variabilidad depende del tipo de trabajo
a desarrollar.
Se
proponen dos ejes principales que conectan el proyecto con el exterior, con la preexistencia,
y generar orden en el interior. Las áreas
de trabajo públicas/abiertas, se dividen en dos, a través de 4 volúmenes
acristalados destinados a las áreas de trabajo privadas/cerradas. Se
propone generar espacios
permeables,
incorporando remates y acompañamientos, mediante el uso de vegetación e
iluminación natural.