Emplazado en el norte de
Mérida, en medio de un tejido habitacional de baja densidad, el desafío de este
proyecto consiste en desarrollar un edificio multifamiliar con visuales hacia
la ciudad, respondiendo de manera respetuosa al contexto urbano circundante.
Para materializar esta
premisa, la huella del proyecto se separa de las edificaciones colindantes además
de que el volumen arquitectónico se gira para orientarse hacia el norte logrando
visuales y confort térmico en las unidades habitacionales. El programa
arquitectónico presenta una zonificación de notable sencillez: en planta baja
se ubican áreas de servicios, seguido por cuatro niveles destinados a viviendas
orientadas al norte con circulaciones al sur y poniente.
La fachada norte se
configura mediante una apertura integral, proporcionando a las viviendas
visuales privilegiadas hacia la ciudad, complementadas con amplias terrazas
ventiladas y protegidas de la incidencia solar mediante cartelas escalonadas
que generan una modulación rítmica característica del proyecto. Para las
fachadas sur y poniente, que albergan áreas de servicios y circulaciones, se
plantea un lenguaje arquitectónico más discreto para protección solar,
incorporando pequeñas aperturas que favorecen la ventilación natural de estos
espacios.
La estrategia de bajo mantenimiento constituye un aspecto fundamental del proyecto, implementando materiales constructivos y acabados que adquieren carácter con el paso del tiempo. La interacción de la luz natural, materiales regionales y vegetación consolidan el proyecto como una edificación eficiente, confortable y contextualmente integrada.